"EL CHOLO" CONSIGUE LA REMONTADA EN ANFIELD

Una final real, un juego lleno de intensidad, buen fútbol, con paredes, goles y muchas emociones. Un Liverpool diabólico que salió al campo en Anfield para comer literalmente al Atlético, que fue el equipo que llegó con la ventaja del partido de ida jugado en Madrid, con un puntaje de 1- 0, sabiendo que el juego de hoy seria un capítulo de terror y de muchas tácticas.

El partido se jugó a una alta intensidad desde el primer minuto, pero no fue hasta el 43′ que los ‘red devils’ pudieron abrieron el marcador con un cabezazo de Georginio Wijnaldum que se metió al fondo de la red. Así terminó el tiempo complementario, por lo que hubo que ir al alargue para encontrar al clasificado.

En el 94′ Roberto Firmino alargó la ventaja luego de patear solo frente al arco, por lo que la alegría en Anfield era inmensa. Pero llegó el balde de agua fría en los pies del ingresado Marcos Llorente, el que aprovechó los errores defensivos para rematar con un tiro colocado al segundo palo.

De ahí en adelante el partido cambió rotundamente. Llorente aprovechó la contra comandada por Morata, y tras aguantar la marca sacó un remate desde fuera del área que significó el 2-2, desatando la locura en el cuadro dirigidos por Simeone.

Parecía que así terminaba el partido, pero Morata hizo una tremenda pared y se fue solo contra el portero del Liverpool, sacando un remate que se metió en el fondo de la red, y que sentenció toda esperanza del elenco de Inglaterra de avanzar a la siguiente ronda.

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