LA INHUMANIDAD DISFRAZADA DE FAIR PLAY: SHA’CARRI Y EL CANNABIS EN EL DEPORTE
- Santiago Daniel Benítez
- 21 jul 2021
- 4 Min. de lectura

Durante el juego 6 de las Finales de la NBA entre los Bucks y los Suns, la reconocida marca de audiófonos “Beats by Dre” presento un comercial el cual fue musicalizado por Kanye West y tiene como protagonista a la estrella del atletismo Sha’Carri Richardson en uno de sus entrenamientos. Este comercial más allá de los fines publicitarias ha logrado traer de regreso a la conversación la polémica tras el resultado positivo por consumo de marihuana que ha alejado a la deportista de su sueño olímpico.
A través de los años el consumo de drogas por parte de deportistas ha sido un tema que abarca las portadas de los diarios, figuras de la talla de Lance Armstrong, Mike Tyson y el caso más reconocido el de Diego Armando Maradona que vio frustrada su participación en el mundial de Estados Unidos 94 en donde fue retirado de la cancha en pleno partido por una enfermera dejándonos una de las postales más emblemáticas dentro del deporte y que a palabras del astro en ese momento “le cortaron las piernas”.
Cada uno de los casos mencionados resultan bochornosos, dadas las circunstancias y las sustancias involucrados, pero ahora hablemos específicamente del caso Richardson y el cannabis sativa, mejor conocida por todos nosotros como marihuana.
Más que la marihuana en sí, el problema ha sido la publicidad a la que se ha visto expuesta a lo largo de los años. La mala percepción de que las personas que consumen drogas, o marihuana en este caso, son malas, inadaptados sociales, sociópatas o psicópatas, ha ayudado a que ésta planta tenga un nivel de aceptación tan bajo como algo que es “común” e incluso beneficioso bajo las circunstancias adecuadas. La resistencia social al uso recreativo bajo estándares políticos, religiosos y hasta culturales en cuanto al uso recreativo y medicinal de esta sustancia ha creado un estigma a sus consumidores, principalmente al tratarse de deportistas los cuales son vistos como “ejemplos de la sociedad”.
Ya lo decía Maradona, “déjenme vivir mi vida, yo no quiero ser ejemplo de nada.”
Muchas veces al ver al deportista en la televisión logrando hazañas paranormales nos olvidamos de la humanidad detrás de la “superestrella”, el deportista ama, sufre, ríe y llora como cada uno de nosotros.
Sha´’Carry tras su sanción argumentó en una entrevista con la NBC, que su consumo de marihuana se debió a la repentina noticia del fallecimiento de su madre mientras se encontraba en las clasificatorias rumbo a los Juegos Olímpicos en Oregón, estado en donde el consumo lúdico y medicinal de la marihuana se encuentra despenalizado.
“Me llevó a un estado de pánico emocional y no supe cómo controlar mis emociones o manejar mis emociones en ese momento”. Afirmo la atleta.
Más allá de un tema relacionado al consumo de drogas, este es un tema relacionado a la salud mental, otro tabú bastante marcado en nuestra sociedad y el cual muchas veces se prefiere evitar que hablarse y tratarse como una verdadera enfermedad que aqueja a nuestra sociedad.
Los organismos que rigen el deporte, señalan y exhiben en un acto de inquisición a todo deportista que consuma sustancias que para ellos manchan el espíritu de “competitividad” y la “sana competencia”, sin importar las condiciones y el contexto por el cual pase el deportista o la “sustancia” en cuestión. No es lo mismo el consumo de esteroides y anabólicos que potencializan el desempeño, que el consumo de marihuana cuyo uso no te da ninguna ventaja sobre el rival, lamentablemente los organismos reguladores no lo ven así y para ellos el dopaje se mide con la misma vara.
El consumo de estas sustancias está más relacionado con actividades sociales que deportivas y no hay estudios que indiquen que mejoren el rendimiento. Pero si hay estudios que comprueban su efectividad en el tratamiento de dolores musculares y lesiones deportivas, prueba de ello son los peleadores de UFC, Nate Diaz y Conor McGregor quienes han hecho publico su aflicción al consumo del Cannabis como relajante muscular luego de una pelea.

Así mismo organizaciones deportivas como la NFL y la NHL han despenalizado el uso del CBD (sustancia química que se encuentra en la marihuana) para tratar las lesiones y dolores musculares de sus jugadores, demostrando que hay un espacio para la mariguana dentro del deporte.
Sha’Carri Richardson es un ejemplo, no solo para la sociedad en los Estados Unidos, si no para millones de niñas y jóvenes en el mundo entero. Una figura que se ganó justamente en la pista su lugar en los Juegos Olímpicos y que le fue retirado en una mesa bajo una burocracia retrograda e inhumana. En una modernidad liquida como en la que vivimos hoy en día se ve al deportista únicamente como herramienta de entretenimiento, al deportista no se le permite tener un mal día o afrontar la depresión, porque “es famoso”, porque “gana muchísimo dinero” o porque “es su trabajo”.
La carrera de Sha’Carri va más allá de un consumo de marihuana, es más su valor deportivo no tendría que estar siquiera en duda (mira que recorrer 100 metros planos en 10.7 segundos y ser el sexto mejor tiempo en la historia no es cualquier cosa) , mucho menos su valor como persona. No puede haber fair play no solo aplica dentro de la cancha, la duela, la arcilla, la pista, etc. Si no también involucra el juego limpio fuera de ella y eso incluye el trato digno y sobre todo HUMANO hacia los deportistas que, aunque muchas veces se les catalogue como “extraterrestres” debido a sus hazañas, son tan humanos como tú y como yo.

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